Todo el sector de la construcción considera prioritario impulsar planes de rehabilitación de viviendas a gran escala, que permita generar actividad económica, siendo conscientes de que ya no se puede construir vivienda nueva como antes de la crisis.Antonio Ballarín, presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción en Aragón asegura que “No podemos pensar en construir el mismo número de viviendas, pero no podemos caer en la atonía . Hay que retomar muy en serio el tema de rehabilitaciones».
Ballarín ha participado en la primera reunión del Foro de la Construcción, integrado por representantes del Gobierno de Aragón, organizaciones empresariales, sindicatos así como colegios profesionales para promover nuevas iniciativas que mantengan la actividad empresarial del sector.
«Entramos en una situación que difícilmente se va a recomponer. Evidentemente, no se aspira a los niveles de producción de esos años, pero corremos el riesgo de que un sector muy estructurado, muy pegado al territorio, capaz de hacer muchas infraestructuras en poco tiempo, se destroce».
Durante el peiodo de crisis actual, las empresas de la construcción en Aragón han pasado de ser 9.000 a la mitad. En lo tocante a trabajadores, de los 70.000 empleados que había antes del crack de la burbuja, sólo 28. 000 siguen en su empleo.
Ante el descenso de construcción de nuevas viviendas, Ballarín ha planteado la necesidad de apostar por planes de rehabilitación a gran escala que fomenten la participación de los empresarios del sector. «Tienen que hacerse unos planes de rehabilitación más genéricos. Estos no puede consistir en rehabilitar vivienda a vivienda y propietario a propietario, porque esto no genera empleo». En concreto, en Aragón se debe fomentar las rehabilitaciones.
José Juan Arcéiz, secretario general de la Federación de Metal, Construcción y Afines de UGT, también apuntó en esta reunión que la rehabilitación de vivienda es un «nicho de trabajo» que contribuiría a reducir el desempleo del sector.
«Nosotros creemos que se deberían construir en España entre 250.000 y 300.000 viviendas nuevas. Esta actividad, junto a la rehabilitación, sería suficiente para reducir el desempleo en un 50 y un 60%. Hay más personas en desempleo que en activo».