El sector de la construcción está orientándose hacia la la rehabilitación como una tabla a la que agarrarse en estos momentos en los que la vivienda nueva está saturada y no tiene salida en el mercado.La tan tratada «burbuja del cemento» y los excesos constructivos del pasado son eso, pasado. También desde sus estudios( en los que ya no entran proyectos de obra nueva), los arquitectos apuestan cada vez más por el camino de la rehabilitación. En este sentido, también ellos son punta de lanza, solicitando de las administraciones que se impliquen y que se vaya más allá, que no solo sean ayudas puntuales para fachadas o ascensores.
La arquitectura de la rehabilitación exige que la eficiencia energética sea prioritaria. «Debemos crear espacios que permitan rebajar facturas eléctricas y minimizar todos los gastos energéticos sin quitar confort» apuntan. Considerar que el primer ahorro en edificios rehabilitados deben ser los consumos de energía es prioritario. Aparte están los gastos añadidos de fabricación de materiales y transporte de los mismos, que en rehabilitación siempre será menor.
Al intervenir sobre un espacio que ya existe, el arquitecto tiene que acomodar la realidad construida a las nuevas necesidades creadas o demandadas por sus habitantes, sin olvidarse que hay que cumplir con las nuevas normativas vigentes, que también sufren cambios y adaptaciones.
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